El secretario de Ingresos Públicos Cristian Durrieu dio a conocer que el área a su cargo viene realizando “tareas de inteligencia sobre los grandes contribuyentes”. Aseguró que la lucha contra la evasión permitió equilibrar la recaudación tras la caída de la tarifaria corta. Confió en que la Legislatura apruebe una nueva tarifaria en la sesión del 27 de agosto.
Río Grande.- El titular del área de Ingresos Públicos, Cristian Durrieu, destacó la labor de “inteligencia” sobre los grandes contribuyentes, que permite al gobierno mantener los niveles de recaudación a pesar de la caída de la tarifaria corta. Dio a conocer trabajos especialmente en esta ciudad, en los que se detectaron evasores a quienes se les exige una tributación acorde con la actividad real.En declaraciones a Radio Fundación Austral, se refirió en particular a la ley tarifaria que podría aprobar la Legislatura en la sesión del 27 de agosto, aclarando que “en realidad es un reordenamiento. Es la tarifaria corta remodelada y un ordenamiento general de todas las alícuotas que hay”.Indicó que el proyecto fue presentado el jueves y según informes del Ministro de Economía “hubo muy buena receptividad en la Legislatura, todo parece ser optimista y se aprobaría”.La recaudación en númerosCon la reestructuración de la nueva tarifaria, Durrieu estima recaudar unos 150 millones anuales, de los cuales 90 millones corresponden a impuestos y 60 millones a regalías. “Aproximadamente son 10 ó 12 millones por mes, pero hay que tomarlo con pinzas porque los contribuyentes toman medidas anticipadas, posiblemente haya muchas certificaciones este mes y pocas el mes que viene, pero en dos o tres meses se regularizaría y esa es la proyección que se tiene desde el Ministerio”, sostuvo.Explicó que “los contribuyentes se pueden anticipar y certificar ahora que no está la ley” por lo cual la mayor recaudación “es posible que no se refleje el primer mes pero sí a lo largo de los meses sería ese el guarismo”.Buenos nivelesSobre la recaudación de los últimos meses, informó que en julio llegó a los 25 millones de pesos. “Julio fue atípico porque tuvimos las epidemias, la tormenta y la caída estacional. En los meses anteriores estaba en más 28 millones, 30, 31 millones. En algunos casos fue sorprendentemente buena”, celebró, observando que si se compara con el año anterior ya no estuvo la tarifaria corta y hubo “una disminución de las alícuotas muy importante”. Pero las cifras se mantuvieron por la lucha contra la evasión, según manifestó: “De alguna manera, se dice se cayó la tarifaria corta y la tormenta del mes pasado impidió la actividad en casi todos los rubros, además la epidemia de la gripe porcina restringió muchos rubros, por ejemplo el turismo, pero el nivel de recaudación cayó un 6 ó 7 por ciento, lo cual significa que la Dirección de Rentas está haciendo bien los deberes en el sentido de perseguir la evasión. Si no fuera por esa actividad para recuperar deuda de los evasores, la caída hubiera sido mucho más grande”. A modo de ejemplo, citó las cifras que maneja el comercio, con caídas del 40 por ciento. “La actividad comercial e industrial está ligada directamente al impuesto porque es un porcentaje de esa actividad, y tendría que haber caído un 40 por ciento pero no fue así. Cayó el 40 por ciento por una menor actividad pero se compensó incorporando nuevos deudores que no estaban inscriptos”, dijo.Las tareas de inteligenciaEn el marco de esta lucha contra los evasores, mencionó que en Río Grande se trabajó en “un centro de diversión nocturna muy importante cuyas declaraciones juradas y pago de impuestos estaba muy lejos de la realidad”, y que en general en los casos más optimistas la evasión detectada fue del 30 ó 40 por ciento. “En los casos más pesimistas declaraban ‘sin movimiento’ o con movimiento mínimo y en realidad tenían un movimiento muy grande. Si hay ciudadanos de Río Grande que me escuchan, saben perfectamente adónde han ido las inspecciones porque ha sido público y notorio”, aseveró.Durrieu apuntó que esta labor se focaliza en los “grandes contribuyentes”, como “algunos hoteles muy importantes y los cotos de pesca”.“En una investigación paciente hemos encontrado cosas sorprendentes y tal vez el hilo conductor a los contratos que se realizan en el extranjero”, reveló, señalando que se efectúan “contrataciones de deportistas en el extranjero que escapan a la tributación porque no figuran en ningún lado. Es un lugar donde precisamente había que puntualizar porque vienen acá a pescar, se llevan las riquezas y a la provincia de Tierra del Fuego no le queda nada”.Dio cuenta asimismo de las dificultades para detectar la evasión porque “habría que estar en el lugar para ver cuánta gente fue. Por ahí en un coto dicen que fueron diez y realmente fueron diez, y en otro caso dicen diez y fueron veinticinco”.En función de la evasión dijo que se observa una caída en la tributación “sin prisa y sin pausa”, por lo que “muchas cosas no nos cierran. El problema es que las personas que van a pescar, los deportistas, son extranjeros, entonces se hace la contratación fuera del país, se abona fuera del país y acá no queda rastro, hay que hacer una investigación más compleja pero ya hemos detectado un operador en el extranjero. Si entran a Internet van a ver que hay costos de miles de dólares para pescar unos días y cuando uno ve la tributación, no concuerda”, subrayó.Por otra parte, mencionó la fiscalización de la actividad portuaria “no en el lugar sino de laboratorio, con informaciones de la Aduana. La actividad fiscalizadora de Rentas, además de algunas operaciones interesantes en el campo, está fundamentalmente encaminada a hacer lo que se llama ‘tareas de inteligencia sobre los grandes contribuyentes’ –denominó-. Hemos encontrado falencias importantes y tenemos una empresa de transporte sumamente importante cuya tributación es absolutamente incongruente con el movimiento que tiene”.Inmobiliario ruralFinalmente Durrieu aseguró que hubo avances para modificar el impuesto inmobiliario rural. “Estamos bastante avanzados con el representante del campo. Este es un problema que hay que resolver porque la última ley de catastro que hubo fue cuando era territorio nacional y ese fue el último revalúo. Si toman los valores que se asignaron al campo en el año ’90, hoy no hay moneda para expresarlo, da centavos. Con motivo de eso el impuesto inmobiliario que se paga es una cifra insignificante, estamos en 80 mil pesos por año y esta es una cuestión que hay que corregir. Yo me he reunido con ellos en conversaciones previas, ellos coinciden con la necesidad de actualizar el impuesto, y ahora estamos en la segunda etapa para ver cuánto”.Adelantó que antes de que termine el revalúo la Dirección de Rentas va a establecer un anticipo del impuesto que resulte. Sobre esa base estamos haciendo las cuentas y tenemos como referencia el Pacto Fiscal 1, que establece que la base debería ser el 80 por ciento del valor de venta del campo y la alícuota del 1,1 promedio. No sé si llegaremos a esos valores pero tenemos ahí una referencia”.Aclaró que el impuesto inmobiliario rural “no es un impuesto a la producción sino un impuesto a la propiedad. El hecho de que la tierra sea improductiva o productiva influye muy indirectamente. La jurisprudencia de la Corte dice que el impuesto no puede exceder el 33 por ciento de la renta promedio, pero hasta ahí el fisco puede cobrarlo perfectamente. Si algún propietario de predio rural no lo explota por alguna razón, no hay problema, pero debe abonar el tributo”, sentenció.Durrieu espera que esta gestión avance rápidamente puesto que la gobernadora ya firmó el decreto que coloca bajo su órbita a la Dirección de Catastro, y habría ajustes también en materia de hidrocarburos por los yacimientos off-shore: “Según un fallo reciente en un caso de Mendoza, la Corte dijo que las regalías no son tributos y esto lleva a modificar la atribución de los coeficientes de convenio. No es que las petroleras tendrían que pagar más, sino que, de lo que pagan, tendrían que pagar una porción mayor a la provincia de Tierra del Fuego y menor a otra jurisdicción”, concluyó.
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